En la edición de enero de 2021 de la revista This Is Rock, Héctor Núñez tuvo una conversación reveladora con Wolf Coleman, guitarrista y miembro fundador de Red n’Rebel, sobre la evolución de la banda y su enfoque musical único.
El eco de los grandes clásicos sigue generando ondas concéntricas sobre la aparente calma del mar que crearon en los 70. Desde Cornellá, una de esas ondas se entremezcla con sonidos contemporáneos para catalizar una perfecta mezcla de hard rock, rhythm and blues y southern.
Comparte Núñez su visión de cómo, desde sus inicios, la banda ha sabido fusionar el clásico hard rock con influencias del blues, soul y southern rock, creando un sonido auténtico que sigue evolucionando. Wolf revela cómo el proceso creativo ha sido clave para mantener la coherencia del grupo, mencionando canciones como So Alone como ejemplo de esa conexión desde el principio.
Ante todo somos una banda de rock and roll a la vieja usanza, hard rock del polvo entre el blues y southern.
En cuanto al sonido, Wolf destaca que la banda ha trabajado de manera autocrítica y perfeccionista para conseguir un estilo limpio y poderoso, inspirado en sus influencias, pero con un sello propio. La producción de One Last Chance y su grabación en el estudio de Antonio López fueron una auténtica epopeya, con colaboraciones de lujo como Laura Powell, Ferran Bruach y Freddy García.
No tenemos ideas preconcebidas, los temas te piden sus espacios, solo hay que dejarlos fluir.
Otro aspecto que destaca Wolf son los coros, que se han convertido en un elemento distintivo en su propuesta musical. Lejos de ceñirse al concepto tradicional de hard rock, Red n’Rebel ha incorporado coros con toques de soul, blues y R&B, logrando incluso comparaciones con los coros de los Beatles en el tema God Bless.
Queremos agradecer a Héctor Núñez y a This Is Rock por su apoyo, su profunda comprensión del proyecto y la complicidad en esta entrevista. Ha sido un placer compartir con ellos nuestra visión y el viaje musical que estamos viviendo.
Nota: Foto en el antiguo Balneario de la Puda, Esparraguera, por @julietaferoz.